Según el Reglamento de Aparatos a Presión, todos los extintores deben pasar obligatoriamente durante su vida útil, que es de 20 años, una prueba llamada “retimbrado”, la cual, conocida también como prueba hidráulica, deberá realizarse cada 5 años.
La primera prueba, llamada timbrado, se lleva a cabo antes de que el extintor se ponga a la venta. La realiza el mismo fabricante, y debe constar en el extintor. Constará con las siglas PH, correspondiente a Prueba Hidráulica.
Esta primera prueba sirve para los primeros 5 años de vida del extintor, y pasado este tiempo, se debe de realizar una segunda prueba, que llevará a cabo una empresa mantenedora. La tercera prueba deberá realizarse a los 15 años y la cuarta a los 20 años, terminando aquí la vida útil del extintor.
Los extintores tienen una presión de timbre diferente entre ellos, y que depende en cada caso del fabricante. Por tanto, ello quiere decir que cada uno debe de ser retimbrado teniendo en cuenta en todo momento la presión que le corresponde.
En los extintores de dióxido de carbono, la prueba hidráulica se hace con una presión de 250 kilos/cm2, mientras que en los extintores de polvo polivalente es de 225 kilos/cm2.