Entre los sistemas de protección contra incendios, uno de los más sencillos y efectivos es el que funciona con agua nebulizada, utilizando partículas muy pequeñas de agua para controlar el incendio.
¿Cómo funciona el sistema de agua nebulizada contra incendios?
El funcionamiento se basa en la evaporación rápida de agua, cuya consecuencia es el enfriamiento de la llama y gases que la rodean, a la vez que provoca un desplazamiento del oxígeno. Las pequeñas gotas de agua bloquean la radiación de calor, y la elevada presión hace que el agua nebulizada penetre en el fuego en estado líquido. Además, el empuje descendente del agua nebulizada, debido a su potencia, arrastra también el humo caliente, limitando su expansión y minimizando la cantidad necesaria de nebulizadores activados, no siendo precisos los que se encuentran en las zonas más apartadas de donde se encuentra el origen del fuego.
La menor o mayor eficacia de este sistema depende de las características que tenga la niebla provocada por el agua nebulizada. Entre estas características podemos destacar la densidad del agua, el tamaño del incendio, el blindaje de combustibles o las condiciones de ventilación.
Si comparamos otros sistemas de protección como los que funcionan en base a agentes gaseosos, o como los rociadores tradicionales, el sistema de protección contra incendios de agua nebulizada presenta una serie de ventajas respecto a ellos, entre las cuales se encuentran las siguientes:
- Es un sistema muy respetuoso con el medio ambiente
- Con el sistema de agua nebulizada no existen problemas de toxicidad.
- Consigue minimizar los daños.
- Protege con una gran eficacia contra diversos tipos de incendios.
- La activación del sistema es inmediata, a partir del mismo momento en el que se produce el fuego.