¿Cómo elegir el extintor más adecuado?
Elegir el extintor adecuado es muy importante a la hora de acabar con el fuego de la forma más eficiente posible, por lo que es importante conocer cual es el tipo de fuego que vamos a tener que apagar para poder elegir correctamente el tipo de extintor a utilizar.
Contar con un extintor es muy recomendable para apagar los fuegos que se acaban de producir y para poder actuar rápidamente en apagarlo, pero si el fuego se convierte en un incendio, el uso del extintor no está recomendado y serían los bomberos los que tendrían que intervenir para poder sofocarlo.
¿Qué tipo de fuego vamos a apagar?
El tipo de fuego lo determina el estado físico de los materiales combustibles que causan el incendio.
Clase A
Los incendios de Clase A son los que se relacionan con combustibles sólidos, es decir, madera, cartón, papeles, cortinas… Son los fuegos más comunes en los hogares independientemente de la causa que origine el incendio.
Para estos casos, son recomendables los extintores de agua, de polvo, de espuma y de CO2. En los de agua, se absorbe el calor del fuego gracias al líquido que actúa como enfriador y el vapor desplaza el oxígeno y los agentes de combustión que alimentan el fuego.
Clase B
Los incendios de Clase B son los que se relacionan con combustibles líquidos, especialmente los derivados del petróleo, como la cera, las grasas, la gasolina, el alcohol…
En este caso, pueden servir los extintores de polvo, de CO2 y de espuma. Estos últimos crean una capa de espuma sobre el fuego que, como es más leve que el combustible, ahoga el fuego poco a poco. Es especialmente eficaz con aceites o grasas en general, en cocinas, por ejemplo. Sin embargo, si se usa sobre alcohol, éste hace que la espuma desaparezca y no realiza su función.
Clase C
Los fuegos de Clase C son los relacionados con combustibles en estado gaseosos como el propano, el butano, el gas natural…
Los extintores adecuados para estos casos son los de polvo y los de CO2. El polvo del extintor puede llegar a ser corrosivo en ciertas superficies así que se debe limpiar con relativa rapidez, sin embargo, es muy eficaz. Su funcionamiento consiste en la interrupción de la cadena del fuego y, gracias a las altas temperaturas, se funde y crea una sustancia pegajosa que se adhiere a las superficies y no deja que el oxígeno alimente las llamas.
Clase D
Los fuegos de Clase D son los denominados incendios especiales. Sus combustibles son más frecuentes en fábricas, por ejemplo, y suelen ser los metales: sodio, potasio, aluminio en polvo…
Y para fuegos especiales, extintores especiales. En este caso, la mejor opción es dejarse aconsejar por los expertos para que conozcan las circunstancias del entorno y los materiales que podrían dar problemas. Hay extintores de polvo de cobre, ideal para incendios con litio de por medio, o extintores de cloruro de sodio, más versátiles y eficaces contra incendios con magnesio, potasio y otros muchos metales.
Clase E
Por último y aunque no aparecen en muchas clasificaciones, tenemos los fuegos de Clase E o los denominados fuegos eléctricos. Es fácil deducir que son originados por instalaciones eléctricas o equipos y aparatos donde se produzca una tensión eléctrica superior a 25V.
Es muy importante no añadir extintores que alimenten la electricidad, como el agua, aunque lo primero que hay que hacer es cortas la corriente eléctrica. Para estos fuegos, el extintor más recomendable es el CO2, ya que contiene dióxido de carbono líquido que al descargarlo pasa a estado gaseoso a -50ºC que termina con las altas temperaturas y desplaza el oxígeno que alimenta las llamas. Mucho cuidado con el uso de estos extintores, pueden producir asfixia si no se ventila rápidamente.
¿Dónde coloco los extintores?
Los extintores deben estar colocados en lugares que sean accesibles, visibles y a una altura máxima de 1,70 metros sobre el suelo. Deben estar apoyados sobre un soporte fijo en la pared vertical, cerca de los puntos de evacuación y a ser posible, cerca de los lugares donde es más probable que se pueda iniciar un incendio.
¿Qué tamaño es el más adecuado?
El tamaño del extintor también depende mucho del lugar en el que vaya a ir colocado, para qué se va a utilizar, ya que varía entre 1 kilo y los 50 kilos.
El más pequeño podría resultar muy útil para llevarlo en el coche, por ejemplo, y los más grandes para instalaciones en proporción, como fábricas y depósitos de gasolina. Sin embargo, para comunidades de vecinos, oficinas y casas los más habituales son los de 6 kilos, que además son más manejables.
Recomendaciones para su utilización
Es recomendable tener el extintor en un lugar seco que no le de el sol ni estar colocado cerca de fuentes de calor como calderas o estufas. Es necesario realizar periódicamente una revisión de mantenimiento de los extintores para garantizar su correcto funcionamiento por una empresa autorizada.
Una vez que hemos usado un extintor, debemos llevarlo a una empresa autorizada para rellenarlo y retimbrarlo para que podamos volver a usarlo.
Si tienes que usar el extintor para apagar un incendio, hay que colocarse a un par de metros del fuego, dirigir el chorro hacia la base del incendio y mover la boquilla de lado a lado suavemente. No hay que desaprovechar el contenido ya que se acaba con mucha rapidez (1 kilo cada dos segundos), lo ideal es que sobre por si el fuego se reactiva. Si el fuego se produce al aire libre, es importante conocer la dirección del viento.